Cada jugador tiene un color y empieza por una esquina. Cada pieza tiene un valor igual al número de cuadraditos que la componen y el juego consiste en quedarse con el mínimo de puntos posible, para lo que tienes que intentar deshacerte sobre todo de las piezas más grandes. Además hay que intentar colocar la pieza de un cuadradito la última, porque así restas puntos.

Una vez colocada la primera pieza para colocar la segunda hay que hacer que una esquina de la primera pieza toque a una esquina (o más de una esquina) de la segunda, y así siempre. Es decir, dos piezas del mismo color no pueden tener lados en común, sólo esquinas… y ninguna pieza puede estar en el tablero sin tocar ninguna esquina de otra pieza de ese mismo color. Sí puedes sin embargo hacer coincidir lados de tus piezas con lados de piezas de otro color. Para conseguir poner el máximo de piezas tienes que ir ganando terreno a los demás en el tablero, creándote una zona lo más segura posible para ti a la que no puedan acceder los demás jugadores e intentando introducirte en las zonas de los demás.

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